El fuego se da en la noche. Es luz.
Llega a casa. Si puedes encender una chimenea, hazlo. Si no, una vela. Apaga las luces y enciende el fuego o la vela.
Escucha (orando) esta canción.
Mi fuerza y mi desgana, cada vez que dudo. Mis ruinas, mis fantasmas cuando me derrumbo. Mi risa y mi nostalgia y todas mis miserias, mi suerte y mis alas, mi precio en oferta…
Mi instinto y mi consuelo, todas mis torpezas. Mi carga y mi silencio y la imprudencia. Los días que me pesan, el tiempo que perdona, mi sueño y mi pereza, cuanto se acomoda.
Mi tiempo y contratiempo, idas y venidas. Todo lo que no entiendo y mi alegría. Tus planes, mis deseos cuando no están cerca. Todo esto te lo ofrezco: haz tú lo que puedas.
Por cada gesto tuyo que estoy yo, cada renglón torcido de tu amor…
Te doy mi ingratitud a ver si la conviertes tú en ¡luz!
Haz una larga acción de gracias. Por el agua, por la tierra, por el aire, por el fuego… Por todo lo elemental de tu ser y tu vida cotidiana.
Cuando estés preparadx, ponlo en manos de Dios.
Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste, a Ti, Señor, lo retorno. Todo es Tuyo: dispón de ello según Tu Voluntad. Dame Tu Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén.
INVITACIÓN: ESCRIBE UNA ORACIÓN, DE TU PUÑO Y LETRA. HAZLE UNA FOTO, Y COMPÁRTELA…
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